viernes, 16 de febrero de 2007

Tanger


Hay pinchazos y desiertos bajo
el cielo de Tanger.
Hay cachimba, hay hemisferio,
hay notas de laúd.

Las historias sin argumento,
sin acepciones
ni faltas del buen escribir,
sin ese polo marca italiana,
sin ese olor a quererse morir.

Los plurales pasados de moda,
sólo se conjuga en singular,
en azul, amarillo, violeta, verde,
en canciones aún por improvisar.

Tu té, moneda de cambio;
tu mirada, tarjeta de identidad;
tu rincón ,corazón cerrado;
tu sonrisa, un reflejo por cortesía de la mar.

Hay lamentos y arrugas bajo
la frontera de Tanger.
Hay gritos de algún maquiavélico,
hay occidentales sin graduación.

Y el ladrido de los perros consentidos,
silenciado por una acuarela de cristal,
por un nunca mais, etiqueta negra,
por una caricia en versión original.

Y el norte y el sur por la noche de copas y humos,
jugando al mus con Belcebú,
contando cuentos de juventud ominosa,
de jardines de camiseta y canesú.

Y se fue el tapiz rojo del cielo,
y ahora sólo matamos por amar;
y ya nadie explota el azul del suelo,
y ya nadie se queda sin jugar.

Hay flores y canciones bajo
las ruinas de Tanger.
Hay inocencia, hay desparpajo,
hay un réquiem de redención.


M.C

No hay comentarios: