lunes, 19 de febrero de 2007

Donde mueren los cipreses


Los álamos del río Martil
brillan desnudos al sol de Noviembre,
y me hacen pensar en cipreses muertos.

Cadáveres de cipreses, esqueletos,
al aire frío su centenar de huesos
grises, duros, afilados, secos,
aun apuntando al cielo.

Mueren de pie los cipreses, vigías del cementerio,
como valientes, como vivieron,
alineados y enhiestos,
bajo la sepultura limpia del firmamento.

Sí, los cipreses también mueren,
abandonando a sus muertos ...

Y se van a morir al río Martil
convertidos en álamos blancos,
en chopos de Noviembre ...


M.C

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