martes, 29 de septiembre de 2009

Otoño



Es incierto que todo mude de vientos,
y se retenga a la sazón.
Turnan, los senderos flanqueados por
abedules.
Cambia tu transitar sobre el ramaje.
No cambian los arces elegantes de grana,
sobre el fondo del torrente.
La paleta otoñal es una pasión inexpresable.
Tienes que bullirla, abrigarla y tocarla.
Los pajizos y los áureos de los abedules,
hayas y álamos...
Los cárdenos y los sepias de los nogales,
trenzándose, pintan un óleo sorprendente.
De paisajista enigmático
Pisa la senda, apreciando el canto de los
colibríes nostálgicos.
Observa desgajarse a las hojas, mariposeando
en los ralos del bosque...
Entregándose, dócilmente, en su manto tupido,
en el bermejo ensombrecer.
No es cierto.
El otoño es un parque de desmentidos aturdidos.
De espectáculo y eufonía sorda que bate sus días.

M.C

No hay comentarios: