martes, 22 de abril de 2008

Buscando la voz de la poesía.





Extirpando el mal de la hermosura,
bronceando al inicio del atardecer.

Transito el desierto de la urbe
preguntando por la dicción poética.

Mi gélida alma es glacial
y en abril acostumbra a morir.

Plasmar sin elocuencia es lo que rastreo
en este preciso momento
despojar mi desconsuelo sin disfraz.




M.C

2 comentarios:

Memnoch dijo...

La poesía no tiene nombre, solo la llamamos así para referirnos a ella de alguna manera. La poesía no es dueña de nadie, de nadie ni de nada, la poesía solo se deja llevar por quien esté dispuesto a expresarla a través de versos y frases con sentido, es la única manera que poesía tiene para expresarse, la única manera que conoce para darse un sentido, y no solo a ella, si no, a todo el que esté dispuesto a leerla.

Un Abrazo Manuel.
Como siempre, inigualable.

RO dijo...

¿Cómo elegir entre una lluvia que puede hacer rebosar el alma de gotas de blues o hacer brotar la más violenta de las amapolas y un Señor Lorenzo que lo mismo blanquea las sábanas que chamusca tus pestañas?

Me declaro indecisa!

Gracias por el comentario! Excelente trabajo en tu blog, con tu permiso, volveré a pasear por aquí...

P.D. Para seguir tu sorpresa, he visto que mi gusto musical coincide bastante con el tuyo ;D

Saludos!!